La utilización de aditamentos para la sustitución de piezas dentales perdidas es un tratamiento realmente eficaz y seguro, siempre que nos pongamos en manos de verdaderos especialistas. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo en implantes dentales que tenemos que conocer y que podrían llegar a poner en riesgo el éxito del procedimiento.
Estos riesgos se basan principalmente en poner en riesgo el éxito de la osteointegración. Es decir, el proceso por el cual el organismo del paciente establece una conexión directa con la propia superficie del implante. Sin esta fase, el aditamento no quedaría perfectamente soldado en el hueso.
Son varios los factores de riesgo en implantes dentales. Así, por ejemplo, podemos hablar desde factores genéticos hasta padecer una periodontitis sin tratar, el consumo de alcohol, el tabaquismo o una deficiente higiene bucodental. Todos ellos pueden, en mayor o menor medida, poner en riesgo todo el éxito del tratamiento.
Así, antes de la colocación de un aditamento, hay que tener presente ciertos factores que pueden poner en peligro la cirugía, como ser fumador habitual, padecer enfermedades sistémicas, el uso de cierta medicación o contar con una estructura ósea débil.
Además, entre los factores de riesgo en implantes dentales hay que contar de manera obligatoria padecer la llamada enfermedad periodontal. Este inconveniente afecta a nuestros aditamentos y también en la calidad del hueso, aspecto fundamental para una correcta colocación.
Como hemos mencionado anteriormente, el tabaco cuenta con una alta cuota de protagonismo en la tasa de fracasos en esta cirugía, ya que compromete de manera directa su supervivencia inicial.
Más factores de riesgo en implantes dentales: la osteoporosis. Este problema afecta a casi un tercio de los mayores de 60 años y, pese a no ser una contraindicación, sí que puede afectar a la viabilidad del implante.
Para terminar, otros factores que no podemos olvidar. En primer lugar, una higiene oral inadecuada. En segundo lugar, padecer enfermedades sistémicas que puedan agravarse con la cirugía. En este grupo podemos destacar la diabetes, cardiopatías, trastornos de coagulación o el hipo e hipertiroidismo. En último lugar, la radioterapia puede causar efectos secundarios que lleven a replantearse un tratamiento como este.