La inmensa mayoría de tratamientos bucodentales están destinados a prevenir o corregir algún problema o enfermedad. Pero no se termina ahí. También hay que tener cuidado con lo que hacemos posteriormente. Hoy, os venimos a hablar sobre los cuidados después de una endodoncia que tienes que conocer y llevar a cabo para que todo salga bien. ¿Preparados? ¡Pues comenzamos!
Al igual que ya os hablamos de la importancia del uso del hilo dental en la higiene diaria, los cuidados tras un tratamiento de este tipo consideramos que son claves. ¿Por qué? Pues principalmente para favorecer el proceso de recuperación de la zona. De paso, también se reduce el riesgo de padecer posibles complicaciones en el futuro. De ahí lo fundamental que es hacer caso a los consejos y recomendaciones que te dé tu especialista.
Principales dudas y cuidados después de una endodoncia. ¡Toma nota!
Aquí te resumimos las preguntas más importantes que se te pueden presentar, así como los cuidados más frecuentes y eficaces:
- Alimentación
Lo que comamos, cómo lo comamos y cuándo lo comamos va a ser muy relevante a la hora de superar este tratamiento. De hecho, es importante mantener una dieta adecuada que permita al paciente mitigar el posible malestar que pudiera tener. Eso sí, en primer lugar, tenemos que saber que hay que evitar comer hasta que se pase el efecto de la anestesia. De esta manera, evitamos posibles lesiones en los tejidos blandos que rodean a la zona intervenida. De paso, también permitimos que el cemento tempoal termine por sellar el diente. - Inflamación en los tejidos adyacentes
No es raro que los pacientes puedan experimentar un dolor leve durante los días después del procedimiento. Esto puede darse incluso por la propia masticación. Por eso, es importante seguir las indicaciones del especialista, así como la medicación al pie de la letra. - Evita la masticación con el diente tratado
Este es uno de los cuidados después de una endodoncia que siempre recomendamos. En la medida de lo posible, los primeros días, trata de comer y masticar con una zona que no se haya visto afectada por la intervención. De esta manera, evitarás inflamar y castigar más la zona. - Hidrátate
¿Te sorprende? Seguro que no. Beber agua es muy importante, tanto para la propia recuperación de la zona como para mitigar los posibles episodios de dolor que se pudieran padecer. - Acude a las revisiones
Es la última recomendación que te vamos a dar hoy. Hasta que te ordene tu especialista, trata de acudir a todas las revisiones que te agende para asegurar que la recuperación va por buen camino.
