Muchas personas, a la hora de sentarse en el sillón del dentista, experimentan cierta sensación de ansiedad que es importante combatir. ¿Cómo superar el miedo al dentista? Lo vemos en las siguientes líneas. 

¿Por qué la consulta del dentista puede generar intranquilidad? Entre otras cosas, por pensar que la anestesia local no surtirá efecto o que este sea insuficiente. Algunos pacientes pueden llegar a pensar que tendrán la mala suerte de dar con un odontólogo que no entienda su miedo y, en consecuencia, que no sea lo suficientemente cuidadoso ni comprensivo. Tampoco ayuda pensar en experiencias anteriores que hayan sido negativas (mucho menos ajenas) ya que cada paciente es diferente y el umbral del dolor y la sensibilidad no serán los mismos. 

Si no se aborda, la ansiedad y el miedo que producen las visitas al dentista pueden repercutir negativamente en la salud bucodental. ¿La razón? Que el paciente puede evitar ir a la consulta y omitir las esenciales visitas anuales en las que comprobar que su salud bucodental está en perfecto estado de revista. Date cuenta de que las visitas regulares a la consulta son claves para eliminar la placa. Las bacterias pueden llegar al torrente sanguíneo y causar enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades sistémicas. Por eso hemos de poner todo de nuestra parte para superar el miedo al dentista.

Superar el miedo al dentista con técnicas de relajación

En Lama & Navarro somos conscientes de que una comunicación asertiva ayudará a calmar la ansiedad en el paciente. Este tiene que saber que, mientras se le interviene, puede sentirse libre de comunicarse con el dentista con gestos. Para, si siente molestias, indicar que se detenga el procedimiento siempre que sea posible. 

Si te sientes nervioso, coméntalo antes para que, en la medida de lo posible, podamos adaptar el tratamiento a tus necesidades. En nuestra clínica defendemos una comunicación con el paciente directa y asertiva. Esta es de hecho una de nuestras señas de identidad

Te recomendamos respirar de forma regular y pausada. Seguro que eres consciente de que, cuando caemos presas del nerviosismo,  tendemos a contener la respiración. Como consecuencia, bajan los niveles de oxígeno y aumenta la sensación de pánico. Por eso, procura no consumir café ni bebidas estimulantes antes de la consulta. Procura que no haya condicionantes externos que te estresen aún más. 

Además, obtener información del tratamiento puede ayudar a resolver dudas y superar el miedo al dentista. Es decir, estar familiarizado con los detalles del procedimiento, por ejemplo de implantología dental, te permitirá ir a la cita más relajado y con la seguridad de que estás en las mejores manos. El desconocimiento alimenta el miedo mucho más que otros condicionantes.